13 de diciembre de 2010
VERANO VIENTO MI PERRO
15 de noviembre de 2010
NICK DRAKE CRYIN´ON MY STEREO

8 de septiembre de 2010
PALABRAS PARA MI HERMANO UN DIA VIERNES
Tal vez sientas el corazón endurecer,
Los músculos tensos,
La mente sangrar, y los ojos enrojecidos,
Tal vez pienses que todo es demasiado poco,
Demasiado duro,
Demasiado injusto,
Demasiado abrumador
Y todos estos momentos se hacen minutos eternos en tu cabeza,
Y todos los días llueve sobre tus hombros,
Y debes cargar con la lluvia pesada,
Y también con las nubes, y relámpagos enfurecidos.
Tal ves el camino es angosto,
Y no hay lugar donde descansar tus huesos doloridos,
Que ruegan por una cama cálida,
Una taza de café,
Aunque no lo entiendes,
Aunque vez el mundo y no lo comprendes,
Ves las mentiras, las caras, los hospitales,
Los bares, las oficinas, y todo eso no importa nada,
Nada de eso devuelve tu risa, ni tu cielo azul.
Vas caminando y llegas a tu casa llena de extraños,
Extraños que invaden, hablan, opinan, y nunca escuchan,
Nunca aprenden el silencio ni los buenos modales,
Nunca entienden que no importan los autos caros,
Ni los maquillajes de todos los días,
Ni la ropa,
Ni las apuestas.
Pero un día ves a tu lado y ya no están,
Se esfumaron junto con sus charlas y mentiras.
Y das gracias a dios.
Le pides no regresar.
Luego miras en tu bolsillo interior,
Encuentras algo de verdad ,
Algo más para continuar,
Encuentras a tu padre escuchando la radio,
Enseñandote a nunca mentir, ni engañar,
Encuentras a tu madre besando tu frente,
Poniendo ropa perfumada en tu bolso.
Y todo en realidad se vuelve más simple,
La vida, las noches de verano frente al río,
Las cenas y meriendas, los amores pasajeros,
Las aves en la mañana, los sueños, las puertas que se abren
Y te muestran los pensamientos en tu cabeza,
Los sueños, los abrazos, los gritos,
Y silencios que te hacen único en este mundo,
En este viaje, en este mar azul eterno.
Y luego vas a tu cama,
Apagas la luz,
Y sabes que solo fue un mal rato,
Un pequeño instante que se demoró algo más.
***
26 de agosto de 2010
LOS OTROS QUE NO SOMOS NOSOTROS.
9 de mayo de 2010
25 de marzo de 2010
LA CANCIÓN QUE ESCUCHO TODOS LOS DÍAS EN MYSPACE
31 de enero de 2010
DIOS
Había tenido un día horrible. Lo único que anhelaba era llegar a mi casa del piso 7 y echarme una inmensa siesta. Y eso fue lo que hice. Solo necesitaba un poco de silencio, y algo de soledad para soportar la melancolía que llegaba otra vez repentinamente. Cuando salí del ascensor sentí una especie de alivio, como si de alguna manera hubiera algo esperando detrás de la puerta numero 7. Pero no fue así. Así que tome aire y giré dos veces la llave, no había nadie, y eso me dio cierta felicidad, y luego también algo de tristeza. Me saqué la remera blanca que llevaba desde hacia días sin sostén, y decidí que necesitaba un baño. Me quedé largo rato bajo el chorro de agua fría, y recuerdo que otra vez maldije no tener senos más grandes. Luego me metí en la cama. Estaba suave y blanda, como me gustaba. Y pensé en agradecerle a alguien por un momento así, en el que sentía tanta felicidad de repente, pero no supe a quien, así que simplemente me dormí.
Cuando me desperté todo estaba en su lugar, y vi que la cortina se movía un poco. Me levanté sin vestirme y fui hasta la ventana, sentía algo de curiosidad. Me quedé ahí mirando todo, la gente fumando, los autos, y el cielo que estaba de un color estupendo. Tomé una fotografía mental de ese momento, para recordarlo más adelante, porque sabía que lo iba a necesitar, para cuando me pusiera triste otra vez.
No se cuanto tiempo me pasé en la ventana, no es importante. Pero después decidí que tenía que salir, buscar a alguien. Y pensé en visitar a un amigo, pasarme por su casa a charlar y ver alguna película. Me pareció un buen plan, así que salí. En la calle todo el mundo estaba apurado, y eso siempre me ponía odiosa, pero no tenía ánimo para deprimirme por eso. Caminé algunas cuadras bajo la lluvia, no lo mencioné, pero del cielo ese estupendo que había, caían algunas gotas tibias que no le hacían daño a nadie. Solo se estrellaban en el asfalto y formaban montones de charquitos de agua sucia. Caminé montones de cuadras, calles, vi dos o tres vagabundos que estaban mirando el mundo, atentos, como si se tratara de una película de Dios. Y me pareció que eso estaba bien.
Cuando llegué hasta la casa de mi amigo, otra vez me invadió esa tristeza, como una bruma que llega de repente. Y no tuve valor para llamar. Así que hice lo único que podía hacer en esos momentos. Caminar. No sabía donde ir, solo sabía que no quería volver a mi casa, y mucho menos buscar a otra persona, no quería pasármela con ninguna persona.
Recorrí todas las calles que pude, buscando, buscando locamente, no sabía que, pero algo tenía que encontrar. Llegué al parque. Sabes cual. El enorme parque con bosques y aves nocturnas. Donde pueden verse las nubes resplandecer en el cielo negro. Por suerte no había nadie, lo tenía todo para mí. Sabía que no se podía nadar, pero no me importaba, así que me saqué la ropa y me metí en ese gran charco salpicado de gotas de lluvia. Me quede ahí acostada, flotando, queriendo ser más pez, más ave, más nada. Y entonces me dije que era un buen momento para usar la fotografía mental, pues me sentía triste. Cerré los ojos e intenté ver esa imagen, los colores, los sonidos, el humo que salía de la gente, intenté perderme en ella, ser parte de ella. Y también quise hundirme en el agua. Y eso hice. No tenía otra cosa que hacer.